Sonnenlicht

luz del sol

Sacamos la verdad a la luz: Por qué necesitas más sol y menos pantallas

Protegemos nuestra piel del sol, pero ¿quién nos protege realmente de la luz artificial?

En una época en la que las pantallas y las lámparas LED dominan nuestra vida diaria, a menudo olvidamos que la luz solar es nuestra fuente de vida más poderosa. Nutre cuerpo, mente y alma, y es mucho más que simple brillo.

¿Puedes sentir la diferencia cuando los rayos del sol tocan tu cara?
La luz natural activa procesos internos que ninguna fuente de luz artificial puede generar. Regula nuestro ritmo cardíaco, favorece la síntesis de vitamina D, fortalece el sistema inmunitario y mejora nuestro estado de ánimo.

Pero eso es solo el comienzo. La luz solar penetra hasta las capas más profundas de nuestro sistema biológico:
Armoniza las hormonas, mejora el sueño, aumenta la energía y contribuye a la salud de los huesos.
Incluso nuestra concentración y productividad dependen de la cantidad de luz natural que absorbemos diariamente.

"El ser humano antiguo sobrevivía. El ser humano moderno subsiste."- Carlos Stro, investigador de la luz de su libro: Supervivir - Vuelve al origen y recupera tu salud

En otras palabras: "El humano antiguo sobrevivió. El humano moderno simplemente existe".

Estas palabras nos recuerdan que hemos perdido nuestra conexión original con la naturaleza y, con ella, la comprensión de que la luz solar es parte de nuestro diseño biológico.


Barau ve el regreso consciente a la luz natural como una forma de autocuidado: un regreso a la vida misma, a la energía, a la claridad y a la regeneración genuina.
Los humanos somos seres biológicos que reaccionamos a los estímulos del entorno, y uno de los más importantes es la luz solar, porque sin ella nuestro cuerpo pierde su orientación: los ejes hormonales se desequilibran, la inflamación se desarrolla gradualmente y el sistema nervioso permanece en un estado de activación constante, el llamado sistema nervioso simpático.


El sol de la mañana envía la señal de "Es de día" a la retina. Esta información sincroniza miles de relojes internos en la piel, el hígado, el corazón, los intestinos y los músculos. Esto le indica al cuerpo cuándo quemar energía, comer, pensar o descansar.
Sin embargo, por la tarde, la cálida luz del atardecer señala: "Es hora de regenerarse".

“La salud empieza en la luz y con la luz”. – Carlos Stro, Podcast Supervivir, Parte 1

En otras palabras: "La salud comienza en la luz y con la luz".

Por eso los primeros y los últimos minutos de luz del día son una verdadera medicina.
Favorecen la liberación de serotonina y melatonina, fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a estabilizar el reloj interno, de forma suave y sin efectos secundarios.

Melatonina: la hormona de la noche y del equilibrio

La melatonina es la hormona que le indica a nuestro cuerpo que es hora de descansar. Se produce en la glándula pineal al anochecer, controlada por las señales luminosas que viajan de los ojos al cerebro.

Sin embargo, para producir suficiente melatonina por la noche, el cuerpo necesita luz solar natural tanto por la mañana como durante el día. La luz diurna brillante calibra nuestro ritmo interno y asegura que la síntesis de melatonina comience a tiempo por la noche.

Sin embargo, si pasamos la mayor parte de nuestro tiempo bajo luz artificial, especialmente frente a pantallas con un alto contenido de luz azul, este ciclo natural se interrumpe.
La luz azul engaña al cerebro haciéndole creer que es de día, incluso cuando en realidad es de noche. Como resultado, se bloquea la producción de melatonina, se alteran los patrones de sueño y se impide la regeneración nocturna.

A largo plazo, esta estimulación constante conduce a un estado de alerta constante: el cuerpo ya no distingue entre actividad y descanso. Problemas de concentración, irritabilidad, debilitamiento del sistema inmunitario y desequilibrios hormonales suelen ser consecuencias silenciosas de la alteración del ciclo de luz y oscuridad.

La melatonina es mucho más que una hormona del sueño: es una señal de equilibrio entre la luz y la oscuridad, la actividad y el descanso, el mundo exterior y la vida interior.
Quien se expone regularmente a la luz natural protege este equilibrio y fortalece así todo su sistema.

Cada color de luz tiene su propio efecto.

  • La luz ultravioleta (≈ 280–400 nm) penetra profundamente en la piel, estimulando la producción de vitamina D, melatonina y dopamina.
  • La luz infrarroja y roja (≈ 700–1400 nm) penetran profundamente en las células, estimulando la circulación sanguínea y la regeneración y teniendo un efecto calmante sobre el sistema nervioso.
  • La oscuridad (ausencia de luz) activa la producción de melatonina en la glándula pineal y permite que el sistema glinfático desintoxique el cerebro. Sin una verdadera oscuridad, la regeneración nocturna queda incompleta.

Vea la ilustración a continuación:

El sol cambia este espectro a lo largo del día.

Por la mañana y por la noche, predominan las longitudes de onda suaves y largas (luz roja e infrarroja), mientras que al mediodía predominan las longitudes de onda azules, más cortas y activadoras. Esta secuencia natural es la base de nuestro equilibrio interior.

«La luz no es solo brillo; la luz es esencial». – Dr. Alexander Wunsch, médico y fotobiólogo

Vea la ilustración (fuente: https://www.lichtmikroskop.net/optik/lichtspektrum.php)

La luz natural tiene un poder diferente.

Lo que muchos no saben: La diferencia entre la luz interior y la exterior es enorme, no sólo en su efecto, sino también medible en lux, es decir, iluminancia.

En interiores, ya sea en casa o en la oficina, los valores suelen oscilar entre 100 y 500 lux. Incluso en lugares de trabajo bien iluminados rara vez se superan los 1000 lux.

Sin embargo, en exteriores, las dimensiones son completamente diferentes. En un día soleado, la luz natural alcanza fácilmente entre 50.000 y más de 100.000 lux.

Incluso bajo un cielo nublado, se consiguen entre 10.000 y 20.000 lux, hasta cien veces más que en interiores.

Esta enorme intensidad lumínica es una de las razones por las que un paseo al aire libre resulta tan estimulante. Nuestros ojos y nuestra piel perciben no solo la luminosidad, sino también las señales biológicas de la luz solar: impulsos que regulan las hormonas, el estado de ánimo y los niveles de energía.

Por el contrario, la luz artificial

La luz azul que emiten las pantallas, en particular, actúa como un impulso disruptivo constante.
Engaña al cuerpo haciéndole creer que está experimentando la luz del día, incluso cuando ya es de noche.

El resultado:

Problemas de sueño, desequilibrios hormonales, agotamiento y un desacoplamiento silencioso de nuestra biología natural.

Por lo tanto:

No necesitamos más luz, sino más luz natural.
Un desayuno en el balcón, un paseo bajo el sol del mediodía o unos minutos descalzo en el jardín son suficientes para calmar el sistema nervioso y coger nuevas energías.

Vea la ilustración (fuente: https://www.lichtmikroskop.net/optik/lichtspektrum.php)

Estos sencillos pasos le ayudarán a mantener el equilibrio:

  • Saluda al día al aire libre dentro de los primeros 30 minutos después de despertarte, incluso si está nublado.
  • Deja que tus ojos absorban la luz natural repetidamente, sin gafas ni ventanas de por medio.
  • Abra las ventanas de la oficina con regularidad, permanezca en habitaciones luminosas y tome descansos de la luz.
  • Siempre que sea posible, mire la puesta de sol: actúa como un interruptor biológico para el descanso y el sueño.
  • Practica la conexión a tierra. Puedes encontrar nuestra entrada de blog al respecto aquí . Conéctate caminando descalzo sobre arena, hierba o tierra. Esto potencia el efecto regenerativo.

Nuestro bienestar depende en gran medida de la capacidad de nuestro cuerpo para distinguir entre la luz y la oscuridad. Una alteración del ciclo de luz-oscuridad puede causar numerosos problemas físicos y emocionales a largo plazo. Aprende más sobre esto y cómo puedes estabilizar conscientemente tu ritmo circadiano en el siguiente artículo de nuestra serie Técnicas de Bienestar. 🌙

👉Haz que la luz del sol vuelva a ser parte habitual de tu vida diaria –
No como una obligación, sino como una invitación a conectar con la vida misma. La luz del sol es la medicina preventiva de la naturaleza: gratuita, beneficiosa y siempre disponible. 🌞

Fuente:
📘 " El ser humano antiguo sobrevivía. El ser humano moderno subsiste. " - Carlos Stro, investigador de la luz en su libro: Supervivir - Vuelve al origen y recupera tu salud

📘 La salud empieza en la luz y con la luz.” - Carlos Stro, Spotify Podcast Parte 1

📘 “La luz no es solo brillo: la luz es esencial”. – Dr. Alexander Wunsch, médico y fotobiólogo